Aunque dedicados a actividades similares un intérprete y un traductor en Madrid no solo hacen trabajos diferentes, sino que requieren habilidades distintas para realizar correctamente cada trabajo.

Mientras que su objetivo es similar en cuanto a ayudar a terceros a superar la barrera del idioma, lo que requiere el conocimiento perfecto de al menos dos lenguas diferentes, el intérprete habla y el traductor escribe.

La interpretación es la acción de escuchar a un interlocutor en un idioma y traducir lo que dice a otro idioma oralmente, bien de forma simultánea, es decir, mientras este habla, bien de forma consecutiva que es cuando el orador hace pausas para que el intérprete pueda transmitir al destinatario o público el contenido de lo dicho hasta cada pausa.

Mientras que la traducción implica transferir el contenido de un texto escrito a otro idioma también por escrito. Entre los tipos de traducción están la literaria, audiovisual, comercial, técnica, oficial, jurada, etcétera.

En ambos casos, tanto el intérprete, como el traductor en Madrid, tienen la responsabilidad de garantizar un resultado fiel al original y con una redacción o gramática y ortografía impecables en el idioma de destino.

En Traducciones Marchori somos conscientes que las habilidades, por lo tanto, que requieren ambas profesiones son bien distintas. El intérprete requiere una mayor capacidad oratoria así como de expresión oral en el idioma de destino, mientras que el traductor exige tener un profundo conocimiento de la terminología para encontrar la equivalencia más adecuada en cuanto al significado, la gramática y la ortografía.

Lo más habitual es que tanto traductores como intérpretes siempre tengan como idioma de destino su lengua materna, ya que es la que mejor conocen por lo que pueden conseguir un mejor resultado en su trabajo.