Que sea habitual que las traducciones juradas en Madrid centro se entreguen en lo que se conoce como papel timbrado, también denominado como hoja con timbre del Estado, no quiere decir que sea obligatorio hacerlo. De hecho, se trata de una de las falsas creencias que existen sobre las traducciones juradas, dado que no es infrecuente dar por inválidos documentos de este tipo que no aparezcan en papel timbrado.

La normativa que regula el trabajo de Traducciones Marchori no obliga a que el papel de las traducciones juradas sea de ningún tipo en especial, sino que es la propia empresa la que decide cómo entrega los documentos. Pero lo cierto es que se trata de una costumbre bastante aceptada en el sector, no solo para dar seriedad y solemnidad a los documentos, sino para dar apariencia de mayor oficialidad, para lo que sí es necesario que lleve el sello y firma del traductor jurado.

Hay que tener en cuenta, eso sí, que las traducciones juradas en Madrid centro son documentos públicos, y como tales deben presentarse y entregarse por la empresa traductora en una calidad que permita el uso frecuente de las mismas como si fueran escrituras públicas.

De ahí que en muchos casos se utilice ese papel timbrado, a pesar de tener un mayor coste, porque tiene la ventaja adicional de que lleva numeración continua, lo que impide cualquier intento de falsificación o sustitución de texto por parte de terceros. Además, el traductor también debe certificar la numeración exacta de los folios utilizados para expedir la traducción, otro elemento que aporta seguridad frente a duplicaciones.